NUESTRA SEÑORA, MADRE DE LA DIVINA GRACIA.
Memoria
La Santísima Virgen, predestinada desde toda la eternidad como Madre de Dios juntamente con la Encarnación del Verbo, por disposición de la divina Providencia, fue en la tierra la Madre excelsa del divino Redentor compañera singularmente generosa entre todas las demás criaturas y humilde esclava del Señor.
Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia (LG 61).
Del Común de la Santísima Virgen Maria
Memoria
La Santísima Virgen, predestinada desde toda la eternidad como Madre de Dios juntamente con la Encarnación del Verbo, por disposición de la divina Providencia, fue en la tierra la Madre excelsa del divino Redentor compañera singularmente generosa entre todas las demás criaturas y humilde esclava del Señor.
Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia (LG 61).
Del Común de la Santísima Virgen Maria
Oficio de lectura
SEGUNDA LECTURA
De la Homilía que san Cirilo de Alejandría, obispo, pronuncio en el Concilio de Efeso.
(Hom.4; PG77,991 B,C,D,995C)
Acceso a la fuente de la gracia por Maria
Te saludamos, Maria, Madre de Dios, sagrado tesoro de todo el universo, lámpara inextinguible, corona de la virginidad, cetro de la ortodoxia, templo indestructible, morada del que no cabe en ligar alguna, madre y virgen, gracias a la cual se llama bendito, en los santos Evangelios, al que viene en nombre del Señor.
Te saludamos a ti, que abarcaste en tus limpias entrañas virginales al inmenso e incomprensible. Por ti recibe gloria y adoración la santa Trinidad. Por ti se rinden veneración y culto a la preciosa cruz en el mundo entero. Por ti exulta el paraíso. Por ti los Ángeles y los arcángeles se regocijan. Por ti los demonios emprenden la huida. Por ti el tentador fue derrocado de las alturas. Por ti el hombre caído en el pecado halla acogida en el cielo. Por ti toda criatura, sujeta a la alineación de los ídolos, llega al conocimiento de la verdad. Por ti los creyentes obtienen la gracia del santo bautismo y el óleo de la alegría. Por ti han eregido Iglesias en toda la redondez de la tierra. Por ti los pueblos se sienten atraídos a la conversión.
¿Que más añadiré? Por ti el hijo único de Dios brillo como una luz sobre los que vivían en tinieblas y en sombra de muerte. Por ti los profetas vaticinaron. Por ti los apóstoles predicaron el mensaje de la salvación de las naciones. Por ti los muertos despiertan a la vida. Por ti los reyes reinan, por la gracia de la santa Trinidad.
Y ¿Que humano fuera capaz de enaltecer a Maria, como se merece, siendo tan digna de encomio? Ella es a un tiempo madre y virgen; ¡maravilla de las maravillas! Un prodigio así me enajena de asombro. ¿Quien oyó jamás decir que se prohibiese a un arquitecto vivir en el mismo templo que el edifico? ¿A quien se echaría en cara el haber adoptado por madre a su propia sirvienta?
Así, pues, hoy todo rebosa de alegría. Ojala nos sea dado tributar reverente adoración a la Unidad y culto estremecido a la indivisa Trinidad, mientras celebramos con nuestras alabanzas a la siempre Virgen Maria, templo santo de Dios, y a su hijo y a su casto esposo que al Señor pertenece la gloria por los siglos de los siglos. Amen
RESPONSORIO Hb.4,16
R. Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia.*Para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
V. A ti, oh Virgen, suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lagrimas.
*Para alcanzar.
LAUDES
HIMNO
Pues que tu, reina del cielo,
tanto vales,
da remedio a nuestros males.
Quien podrá tanto alabarte
según es tu merecer;
quien sabrá tan bien loarte
que no le falte saber;
pues que para nos valer
tanto vales,
de remedio a nuestros males.
¡Oh Madre de Dios hombre!
¡oh concierto de concordia!
Tú, que tienes por renombre
Madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,
de remedio de nuestros males.
Tú, que estabas ta criada
cuando el mundo se crió;
tú, que estabas muy guardada
para quien de ti nació;
pues por ti nos conoció,
si no vales
fenecerán nuestro males.
Tú, que eres flor de las flores,
tú, que del cielo eres puerta,
tú, que eres olor de olores,
tú, que das gloria muy cierta;
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males. Amen.
Ant. Benedictus: Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mi esta toda gracia de camino y de verdad, en mi, toda esperanza de vida y de virtud.
Oración
Señor, por el misterioso designo de tu amor, has querido que la Virgen María fuese Madre del autor de la gracia y estuviese asociada a él en el misterio de la redención humana; que ella nos alcance con profusión tus dones y nos conduzca hasta el puerto de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
VISPERAS
HIMNO
Eva nos vistió de luto.
de Dios también nos privo
e hizo mortales;
mas de vos salio tal fruto
que puso paz y quito
tantos males.
Por Eva la maldición
Cayó en el género humano
y el castigo;
más por vos la bendición
fue, y a todos dio la mano
Dios amigo.
Un solo Dios trino y uno
a vos hizo sola y una;
más perfecta,
después de Dios no hay ninguno,
ni es a Dios persona alguna
mas acepta.
¡Oh cuanto la tierra os debe,
pues que por vos Dios volvio
la noche en día,
por vos, mas blanca que nieve,
el pecador alcanzo
paz y alegría! Amen.
Ant; Magnificat: En tu mano, madre, esta nuestra salvación; basta que nos mires, y serviremos con alegría al Señor soberano.
De la Homilía que san Cirilo de Alejandría, obispo, pronuncio en el Concilio de Efeso.
(Hom.4; PG77,991 B,C,D,995C)
Acceso a la fuente de la gracia por Maria
Te saludamos, Maria, Madre de Dios, sagrado tesoro de todo el universo, lámpara inextinguible, corona de la virginidad, cetro de la ortodoxia, templo indestructible, morada del que no cabe en ligar alguna, madre y virgen, gracias a la cual se llama bendito, en los santos Evangelios, al que viene en nombre del Señor.
Te saludamos a ti, que abarcaste en tus limpias entrañas virginales al inmenso e incomprensible. Por ti recibe gloria y adoración la santa Trinidad. Por ti se rinden veneración y culto a la preciosa cruz en el mundo entero. Por ti exulta el paraíso. Por ti los Ángeles y los arcángeles se regocijan. Por ti los demonios emprenden la huida. Por ti el tentador fue derrocado de las alturas. Por ti el hombre caído en el pecado halla acogida en el cielo. Por ti toda criatura, sujeta a la alineación de los ídolos, llega al conocimiento de la verdad. Por ti los creyentes obtienen la gracia del santo bautismo y el óleo de la alegría. Por ti han eregido Iglesias en toda la redondez de la tierra. Por ti los pueblos se sienten atraídos a la conversión.
¿Que más añadiré? Por ti el hijo único de Dios brillo como una luz sobre los que vivían en tinieblas y en sombra de muerte. Por ti los profetas vaticinaron. Por ti los apóstoles predicaron el mensaje de la salvación de las naciones. Por ti los muertos despiertan a la vida. Por ti los reyes reinan, por la gracia de la santa Trinidad.
Y ¿Que humano fuera capaz de enaltecer a Maria, como se merece, siendo tan digna de encomio? Ella es a un tiempo madre y virgen; ¡maravilla de las maravillas! Un prodigio así me enajena de asombro. ¿Quien oyó jamás decir que se prohibiese a un arquitecto vivir en el mismo templo que el edifico? ¿A quien se echaría en cara el haber adoptado por madre a su propia sirvienta?
Así, pues, hoy todo rebosa de alegría. Ojala nos sea dado tributar reverente adoración a la Unidad y culto estremecido a la indivisa Trinidad, mientras celebramos con nuestras alabanzas a la siempre Virgen Maria, templo santo de Dios, y a su hijo y a su casto esposo que al Señor pertenece la gloria por los siglos de los siglos. Amen
RESPONSORIO Hb.4,16
R. Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia.*Para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
V. A ti, oh Virgen, suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lagrimas.
*Para alcanzar.
LAUDES
HIMNO
Pues que tu, reina del cielo,
tanto vales,
da remedio a nuestros males.
Quien podrá tanto alabarte
según es tu merecer;
quien sabrá tan bien loarte
que no le falte saber;
pues que para nos valer
tanto vales,
de remedio a nuestros males.
¡Oh Madre de Dios hombre!
¡oh concierto de concordia!
Tú, que tienes por renombre
Madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,
de remedio de nuestros males.
Tú, que estabas ta criada
cuando el mundo se crió;
tú, que estabas muy guardada
para quien de ti nació;
pues por ti nos conoció,
si no vales
fenecerán nuestro males.
Tú, que eres flor de las flores,
tú, que del cielo eres puerta,
tú, que eres olor de olores,
tú, que das gloria muy cierta;
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males. Amen.
Ant. Benedictus: Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mi esta toda gracia de camino y de verdad, en mi, toda esperanza de vida y de virtud.
Oración
Señor, por el misterioso designo de tu amor, has querido que la Virgen María fuese Madre del autor de la gracia y estuviese asociada a él en el misterio de la redención humana; que ella nos alcance con profusión tus dones y nos conduzca hasta el puerto de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
VISPERAS
HIMNO
Eva nos vistió de luto.
de Dios también nos privo
e hizo mortales;
mas de vos salio tal fruto
que puso paz y quito
tantos males.
Por Eva la maldición
Cayó en el género humano
y el castigo;
más por vos la bendición
fue, y a todos dio la mano
Dios amigo.
Un solo Dios trino y uno
a vos hizo sola y una;
más perfecta,
después de Dios no hay ninguno,
ni es a Dios persona alguna
mas acepta.
¡Oh cuanto la tierra os debe,
pues que por vos Dios volvio
la noche en día,
por vos, mas blanca que nieve,
el pecador alcanzo
paz y alegría! Amen.
Ant; Magnificat: En tu mano, madre, esta nuestra salvación; basta que nos mires, y serviremos con alegría al Señor soberano.
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