miércoles, 9 de julio de 2008

Oficio Propio Carmelita - 18 de Abril

BEATA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN.
Religiosa de Nuestra Orden.


Nació en París, el 1 de febrero de 1566. A los dieciséis años contrajo matrimonio con Pedro Acarie, con el que tuvo siete hijos. En medio de los quehaceres domésticos y de las penalidades, coronó las más altas cumbres de la vida mística. Movida por la lectura de las obras de Santa Teresa y por sus celestiales avisos se sintió inspirada para introducir en Francia el Carmen descalzo femenino.
Muerto su esposo en 1613 y habiendo educado a sus hijos, solicitó su admisión entre las hijas de Santa Teresa como “hermana de velo blanco”, consagrándose a Dios con los santos votos en el Monasterio de Amiens donde vistió el hábito el 7 de abril de 1614. Fue objeto de singular respeto y aprecio por parte de los hombres más insignes de su tiempo, entre los que cabe citar a San Francisco de Sales. Sobresalió por su espíritu de oración y su celo apostólico por la propagación de la fe. Enviada a Pontoise muere en el Señor, el 18 de abril de 1618. El 5 de junio de 1791 fue beatificada de Pio VI. Del Común de santas para los religiosos.

OFICIO DE LECTURA

SEGUNDA LECTURA

Del Camino de perfección de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia.
(Cod. V.I.1.2.; 4.5.;3.6; B.A:C:212 (1962) 185-186.193)

Fin apostólico del Carmelo Teresiano

Al principio que se comenzó este monasterio a fundar, no era mi intención hubiese tanta aspereza en lo exterior.
En este tiempo vinieron a mi noticia los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos Luteranos, y cuanto iba en crecimiento esta desventurada secta. Diome gran fatiga, y como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y suplicaba remediase tanto mal. Pareciame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían; y como me vi mujer y ruin, e imposibilitada de aprovechar en lo que yo quisiera en el servicio del Señor, y toda mi ansia era, y aun es que, pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que esos fueses buenos, determine a hacer eso poquito que era en mi, que es seguir los consejos evangélicos con toda perfección que yo pudiese, y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo, confiada en la gran bondad de Dios que nunca falta de ayudar a quien por el se determina a dejarlo todo, y que siendo tales cuales yo las pintaba en mis deseos, entre sus virtudes no tendrían fuerza mis faltas y podría yo contentar en algo al Seño, y que todas ocupadas en oración por los que son defendedores de la Iglesia, y predicadores y letrados que la defienden, ayudásemos en lo que pudiésemos a este Señor mío, que tan apretado le traen a los que ha hecho tanto bien, que parece le querrían tornar ahora a la cruz estos traidores y que no tuviese adonde reclinar la cabeza.
No me deja de quebrar el corazón ver tantas almas como se pierden; mas, del mal no tanto, quería no ver perder mas cada día.
¡Oh hermanas mías en Cristo!, ayudadme a suplicar esto al Señor, que para eso os junto aquí; este es vuestro llamamiento; estos han de ser vuestros negocios; estos han de ser vuestros deseos; aquí vuestras lagrimas; estas vuestras peticiones. Estase ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, como dicen, pues le levantan mil testimonios; quieren poner su Iglesia por el suelo.
Así que os pido, por amor del Señor, pidáis a su Majestad nos oiga en esto; yo, aunque miserable, lo pido a su majestad, pues es para gloria suya y bien de su Iglesia, que aquí van mis deseos.

RESPONSORIO C.F. 1Tm2, 1.4.3

R. Haced oraciones, plegarias, suplicas, acciones de gracias por todos los que están en el mundo al Señor. * Que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Aleluya.

V. Esto es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios. *Que quiere.

LAUDES

Ant Bened. Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará, dice el Señor, Aleluya.

ORACION

Señor, tú concediste a la Beata María de la Encarnación, insigne propagadora del Carmelo Teresiano, una fortaleza singular para servirte en los diversos estados de la vida cristiana y superar todas las dificultades; haz que también nosotros sepamos vencer todo obstáculo y nos mantengamos fieles en tu servicio, amándote con corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

VISPERAS

Ant. Magnif. Mirad que no he trabajado para mi solo, sino para todos los que buscan la verdad. Aleluya.

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