Oraciones al Santísimo Sacramento
Visita al Santísimo Sacramento
Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
R/. Sea por siempre bendito y alabado.
Padre nuestro... Ave María... Gloria.
Se repite tres veces.
Comunión Espiritual
Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los Santos.
Bendición con el Santísimo Sacramento
Se inicia con la estación al Santísimo. Se canta después un himno, eucarístico. Sugerimos el siguiente:
A tan grande sacramento rindamos adoración, que en figuras anunciado plenamente se cumplió. Adoremos al misterio con la fe del corazón. A Dios Padre, soberano y a su Hijo, el Señor, alabanza y gloria eterna, e incesante bendición. Al Espíritu divino eternos himnos de amor. Amén.
Oración:
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos que nos concedas venerar de tal modo los Sagrados Misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tu que vives y reinas por los Siglos de los siglos. Amén.
Alabanzas al Santísimo Sacramento
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios. María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Angeles y en sus Santos.
Amén
Oraciones antes de la Comunión
De Santo Tomás de Aquino
Aquí me llego, todopoderoso y sempiterno Dios, al sacramento de tu Unigénito Hijo y Señor nuestro Jesucristo como enfermo al médico de la vida, como manchado a la fuente de la misericordia, como ciego a la luz de la claridad eterna, como pobre al Señor de los cielos y la tierra, como desvalido al Rey de la gloria.
Ruego, pues, a tu infinita bondad y misericordia que sanes mi enfermedad, limpies mis manchas, alumbres mi ceguera, enriquezcas mi pobreza, vistas mi desnudez, para que así pueda yo recibir el pan de los ángeles, al Rey de los reyes, al Señor de los señores, con tanta reverencia y humildad, con tanto dolor y devoción, con tal fe y tal pureza, con tal propósito e intención cual conviene para la salud de mi alma. Dame, Señor, que reciba yo no sólo el sacramento de tu santísimo cuerpo, sino también la virtud y gracia del sacramento. ¡Oh benignísimo Dios! Concédeme que de tal modo reciba el Cuerpo de tu Unigénito Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que tomó de la Virgen María, que merezca ser incorporado a su Cuerpo místico y ser contado en el número de sus miembros.
¡ Oh piadosísimo Padre! Concédeme este Unigénito Hijo tuyo, el cual yo deseo recibir ahora encubierto bajo el velo de los accidentes sacramentales, de manera que merezca verlo siempre descubierto y sin velo en la patria celestial. Que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Oración del Misal Romano
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por la voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal.
Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.
Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu sangre no sea para mí un motivo de juicio y de condenación, sino que, por tu piedad, me aproveche para defensa de alma y cuerpo y como remedio saludable.
Acción de gracias para después de la Santa Misa
Del Misal Romano
Haz, Señor que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos aproveche para la eterna.
Cántico de los tres jóvenes
(Dan. 3.57?88 y 56).
Antífona: Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los Santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor. ( T P. Aleluya).
1. Obras todas del Señor, bendecid al Señor y alabadle y ensalzadle por todos los siglos de los siglos.
2. Angeles del Señor, bendecid al Señor; cielos bendecid al Señor.
3. Aguas todas que estáis sobre los cielos, bendecid al Señor; milicias todas del cielo, bendecid al Señor.
4. Sol y luna, bendecid al Señor; estrellas del cielo, bendecid al Señor.
5. Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos de Dios, bendecid al Señor.
6. Fuego y calor, bendecid al Señor; frío y calor bendecid al Señor.
7. R o c í o s y escarchas bendecid al Señor; noches y días, bendecid al Señor
8. Heladas y nieves, bendecid al Señor; noches y días, bendecid al Señor.
9. Luz y tinieblas, bendecid al Señor; relámpagos y nubes, bendecid al señor.
10. Bendiga al Señor la tierra; alábele y ensálcele sobre las cosas por todos los siglos.
11. Montes y collados, bendecid al Señor; plantas que nacéis en la tierra, bendecid al Señor.
12. Fuentes, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor.
13. Ballenas y peces todos que os movéis en las aguas, bendecid al Señor; hijos de los hombres, bendecid al Señor.
14. Bestias todas y ganados, bendecid al Señor; hijos de los hombres, bendecid al Señor.
15. Bendiga Israel al Señor, alábele y ensálcele eternamente.
16. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.
17. Espíritus y almas de los justos, bendecid al Señor; vosotros, santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
18. Vosotros, Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor; loadle y ensalzadle por todos los
siglos.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo; alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.
20. Bendito eres, oh Señor, en el firmamento del cielo; y digno de alabanza y gloria por todos los siglos.
Sin decir Gloria se continua: (Salmo150.)
1. Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento.
2. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza.
3. Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras.
4. Alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas.
5. Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes; todo ser que alienta alabe al Señor.
Gloria al Padre...
Antífona. Cantemos al Señor el himno de los tres jóvenes, el que los Santos cantaban en el horno encendido, alabando, al Señor. (T. P. Aleluya).
¡Señor, Ten piedad!
¡Cristo, Ten piedad!
¡Señor, Ten piedad!
(Padre nuestro... ). y no nos dejes caer en la tentación.
R/. Mas líbranos del mal.
V/. Alábente, Señor, todas tus obras.
R/. Y tus Santos te bendigan.
V/.Gócense los Santos en la gloria.
R/. Alégrense en sus moradas.
V/. No a nosotros, Señor, no a nosotros.
R/. Si no a tu nombre sea la gloria.
V/. Señor, escucha mi oración.
R/. Y llegue a Ti mi clamor.
Oración:
Oh Dios, que hiciste apacibles para los tres jóvenes las llamas de fuego: concede benignamente a tus siervos que no nos abrase la llama de los vicios.
Rogámoste, Señor, te dignes prevenir con tu inspiración nuestras acciones y acompañarlas con tu auxilio: para que toda oración y obra nuestra tenga en Ti su principio, y sostenida por Ti llegue a su término.
Rogámoste, Dios Todopoderoso, que apaguemos las llamas de nuestros vicios, pues concediste a S. Lorenzo vencer el incendio que le atormentaba. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Miradme, oh mi amado y Buen Jesús
Miradme, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en vuestra presencia, os ruego con el mayor fervor imprimáis juntamente en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza, caridad, dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderos: mientras que yo con gran amor y compasión voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos, oh Dios mío, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos.
(Un Padrenuestro por las intenciones del Romano Pontífice)
Tomad, Señor y Recibid
Tomad, Señor y recibid, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos Señor, lo torno. Todo es vuestro. Disponed de ello conforme a vuestra Voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡ Oh, Buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
Adoro te devote
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí también se esconde la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame.
Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, bondadoso Pelícano: límpiame a mí, inmundo con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
Oración del Papa Clemente XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con mayor confianza; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a Ti; mis palabras para que hablen de Ti; mis obras para que sean tuyas; mis contrariedades para que las lleve por Ti.
Quiero lo que quieres, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a Ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros paciente en las contrariedades humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que luche por tener inocencia interior, modestia exterior, la conversación ejemplar y la vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, a servir a tu Ley y obtener la salvación.
Que aprenda de Ti qué poco es lo de abajo, qué grande es lo divino, qué breve él tiempo qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso
Por Cristo Nuestro Señor. Amén
Oración de Santo Tomas de Aquino
Gracias te doy, Señor Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, porque a mí, pecador, indigno siervo tuyo, sin mérito alguno de mi parte, sino por pura manifestación de Tu misericordia, te has dignado alimentarme con el precioso Cuerpo y Sangre de tu Unigénito Hijo mi Señor Jesucristo.
Te suplico que esta sagrada Comunión no me sea para mí ocasión de castigo, sino intercesión saludable para el perdón: sea armadura de mi fe, escudo de mi buena voluntad, muerte de todos mis vicios, exterminio de todos mis carnales apetitos, y aumento de le caridad, paciencia y verdadera humildad, y de todas las virtudes: sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu tu, firme defensa contra todos mis enemigos visibles e invisibles, perpetua unión contigo, único y verdadero Dios, y sello de mi muerte dichosa. Te ruego, que tengas por bien llevar a mí, pecador a aquel convite inefable, donde Tu, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres para tus Santos luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad perfecta. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
Es una gentileza de
2 comentarios:
que dios bendiga la espiritualidad carmelita.. mil gracias por todo el buen alimento que siempre nos brindan.. que dios nos bendiga con abundantes frutos de santidad y nos colme por siempre de su eterno amor....gracias por todo el tiempo y por todo el buen alimento con el cual alimentan el alma y la nutren..
mil gracias por todas las bendiciones recividas.
mil gracias por el bien que han hecho ami alma..
por siempre
mary
Enhoabuena por ese amor a la Eucaristia que demuestran en su entrada del blog, ojalá epamos difundirlo a tos os hombres y mujeres del mundo.
La he tenido muy presentes ante Nuestra Señora de Torreciudad este verano.
Saludos afectuosos.
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